martes, 6 de diciembre de 2011

Otra manera de germinar semillas de flamboyán



Una vez que ya tenía dos flamboyanes en marcha, decidí que tenía que probar otras maneras de germinación, ya no tenía prisa y probé con FIBRA DE COCO, un sustrato que se vende como un aglomerado de fibras de coco apelmazado en forma de ladrillo por unos 2 euros/ladrillo. Para utilizarlo es necesario coger una porción del ladrillo con un cuchillo, destornillador, lo que sea que permita separarlo y ponerlo en agua, su tamaño se multiplica por 10 porque es como una esponja que absorbe el agua y la conserva, justo lo que se desea en una germinación.
Por otra parte, necesitaba algún soporte donde poner la fibra de coco para una vez germinada la semilla coger todo el cepellón y transplantarlo. Venden en Leroy Merlin unos soportes cuadrados en varios tamaños muy adecuados, de 30 a 60 soportes por 2- 3 euros en total.
Una vez preparados los soportes y mi propagador que en este caso era una caja con tapa toda ella de plástico transparente, no la compré venía con lechuga lavada, metí las semillas con las puntas de los extremos cortadas y esta vez me preocupé de limar bien los laterales para que no me pasara como la vez anterior y las dejé en la caja en el mes de febrero de 2011 dentro de casa. Al cabo de dos semanas habían brotado todas. La segunda y la tercera foto son de finales de abril de 2011. Y ahora en diciembre 2011, son unos arbolitos casi tan grandes como los del año pasado.

Los flamboyanes al cabo de más de un año siguen vivos



Llegó diciembre y las pocas hojas que tenían se iban poniendo muy feas, no sabía lo que pasaba hasta que descubrí que eran de hoja caduca. Se me quedaron los dos como un palo de escoba. Los dejé dentro de casa en un sitio donde les daba luz y sol procurando que la tierra no se quedara seca y cuando llegó la primavera brotaron de nuevo. Han estado todo el verano en la calle a la intemperie y han aguantado muy bien hasta el momento. Con año y medio de vida ya son unos arbolitos con un considerable tronco. No han florecido y no han echado ni una sola vaina